Hace tiempo que queríamos hablaros de la importancia de utilizar protección solar en verano ya que la exposición prolongada al sol sin protección puede causar quemaduras, envejecimiento prematuro y aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de piel, uno de los tipos de cáncer más comunes a nivel mundial.
Los rayos UVB son responsables de las quemaduras solares, mientras que los rayos UVA penetran más profundamente en la piel y causan daños a largo plazo, como arrugas y manchas. Ambas formas de radiación UV son perjudiciales y están presentes incluso en días nublados.
Tanto niños como adultos necesitan protegerse con un protector solar de amplio espectro y factor de protección solar (FPS) adecuado, sin importar el tiempo que estén al aire libre.
Consejos para una protección efectiva
- Elige el protector solar adecuado: se recomienda usar uno con un factor de protección solar (FPS) de al menos 30, que proteja tanto contra los rayos UVA como UVB.
- Aplica la cantidad correcta: se sugiere aplicar alrededor de 2 mg/cm² de piel, lo que equivale aproximadamente a una cucharada para la cara y una para el cuerpo.
- Reaplica frecuentemente: incluso los protectores resistentes al agua deben ser reaplicados cada dos horas, o después de nadar y sudar.
- Complementa con otras medidas: usa sombreros, gafas de sol y ropa protectora para reducir la exposición directa.
No solo en la playa
Usar protector solar diariamente es una de las mejores formas de cuidar la salud de tu piel a lo largo de los años. Recuerda que la protección solar no es solo para los días de playa o piscina.
En cualquier actividad al aire libre, como caminar o hacer deporte, debemos protegernos. ¡Tu piel te lo agradecerá!
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